La RITAM en ACCIÓN

​Estos drones alcanzan una velocidad de 128 km/h y tienen una autonomía de 30 minutos, si el trayecto los supera, el dron cargará su batería en las estaciones de recarga de la RITAM, que se basan en un campo electromagnético y ya están siendo desarrolladas en EEUU por Global Energy Transmission.

Mediante las cámaras y GPS que lleva el dron, se puede seguir todo el trayecto desde las oficinas, a través de un software llamado NAZA-M LITE, que permite el manejo del drone; este contiene: controladores, un giroscopio de 3 ejes, un acelerómetro de 3 ejes y un barómetro, es decir, es el cerebro del dron.

Las neveras isotérmicas conservan la temperatura adecuada a la que se debe mantener la mercancía. Además, con el material va un sistema de monitorización del órgano, desarrollado por la empresa CardioLink.

Los drones que utiliza la RITAM son modelo F450. Van equipado con un GPS y cámara, para seguir en todo momento el vuelo; y un giroscopio y unos agarres para sujetar la nevera y garantizar su estabilidad.